La Palabra del domingo: Compasión
Domingo 16 del tiempo ordinario
† Del Evangelio según san Marcos (6,30-34)
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: “Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.” Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Después que Jesús enviara a los Apóstoles a la misión, estos vuelven para poner en común cuanto han experimentado. El Maestro no les encomendó una actividad accesoria, sino que les incorporó a su misma misión de realizar prodigios y anunciar la Buena Nueva. Es decir, para continuar su actuación en el mundo a través de gestos y palabras ellos , porque así como el Padre ha enviado a Cristo, Él envía a los suyos (ver: Jn 20, 22).
¿Soy consciente de que Jesús me llama y envía para continuar su misma misión?
Jesús procura el descanso de sus discípulos. Él mejor que nadie puede comprender la necesidad humana de una vida en armonía: trabajo y descanso, actividad hacia afuera y recogimiento interior. Después de seis días de trabajo, Dios invita al hombre a imitarlo dedicando un séptimo para el descanso y la adoración (Ex 31, 15). También Marcos nos recuerda que Jesús vivía sus jornadas armonizando las horas de predicación y acción con la oración y el silencio (ver: Mc 1, 29ss). Ahora Él quiere hacer que sus Apóstoles tengan parte en esta dinámica y por eso procura para ellos un momento de “retiro”, en el cual han de recuperar fuerzas físicas y espirituales.
¿Llevo mi vida en armonía, dedicando el tiempo necesario para el descanso y la oración?
Pero, sorpresivamente, surge un cambio de planes. Muchos van detrás de este grupo que les está ofreciendo vida y esperanza. Ya no van sólo detrás de Jesús, ahora lo siguen junto a sus enviados. Son una com-unidad que atrae y suscita el seguimiento. Movido por su amor de pastor, él comprende su necesidad y por eso pospone sus propios planes para dar prioridad a la caridad. Continúa así su enseñanza a los Apóstoles, mostrándoles que no se puede posponer el anuncio y el amor hacia quienes lo necesitan.
¿Vivo los cambios de planes como una oportunidad, dejándome mover por el amor hacia todos?