La palabra mariana: plenamente para Jesús
María vive plenamente para Jesús. Su misión fue la de compartir su obra de redención. Toda su gloria le viene de Él. Es decir, mi vida no valdrá para nada si me separo de Jesús.
María no se preocupaba sólo por Jesús, sino que mostró su cuidado por Isabel, por Juan y por los esposos de Caná.
Me gustan mucho las palabras de santa Teresa del Niño Jesús: «Cómo deseo ser sacerdote para poder hablar de María a todos».
Primero recurría a María Madre del Perpetuo Socorro, ahora escucho a María que me dice: «Hagan todo lo que Jesús les diga» (Jn 2, 5) y con frecuencia pregunto a María: «Madre, ¿qué puedo hacer por ti?». Siempre permanezco niño, pero un niño responsable que sabe compartir las preocupaciones de su mamá.
La vida de María se resume en tres palabras: Ecce, Fiat, Magníficat (He aquí, Hágase, Glorifica).
«He aquí la esclava del Señor» (Lc 1, 38).
«Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38).
«Glorifica mi alma al Señor» (Lc 1, 46).
Cardenal F.X. Nyen van Thuan