La Palabra del domingo: ¡Confiados!
Martes 34º del tiempo ordinario
Evangelio: Lucas 21,5-11
«No quedará piedra sobre piedra»
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.» Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?» Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: «Yo soy», o bien «El momento está cerca»; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida. Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»
Comentario:
Cuando vemos nuestro contexto asediado de amenazas, cuando comprobamos que en esta vida todo pasa y es muy poco lo que nos da la verdadera seguridad, tenemos que hacer una nueva elección de lo que más vale: Dios. Él es el ideal que nadie nos puede arrancar, la fuerza de vida que vence toda destrucción y toda maldad. Él es la roca firme en quien podemos asentar con confianza nuestra existencia.
Hoy me propongo volver a elegir a Dios como mi único bien por encima de todas las cosas.