La Palabra de la Virgen: Silencio
Sábado 31 del tiempo ordinario
“Con María inicia la vida terrena de Jesús, y con ella comienzan también los primeros pasos de la Iglesia. (…) Ella siguió con discreción todo el camino de su Hijo durante la vida pública hasta los pies de la cruz, y ahora acompaña, con una oración silenciosa, el camino de la Iglesia”.
Las etapas del itinerario de María desde la casa de Nazareth hasta el cenáculo de Jerusalén están marcadas por la capacidad de mantener un perseverante clima de recogimiento para meditar todos los acontecimientos en el silencio de su corazón, ante Dios. La presencia de la Madre de Dios con los once, después de la Ascensión, (…) asume un valioso significado, porque con ellos la Virgen comparte lo más precioso: la memoria viva de Jesús en la oración”.