En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»

Comentario: 

Mucho nos habla Jesús de dar, desprendernos. Hoy, en cambio, nos habla de tener, de procurar atesorar aquello que más vale. Incluso afirma algo casi contradictorio con la justicia: Se le dará a quien tenga y se le quitará a quien no. ¿Qué es eso que hay que procurar tener? Apertura a su Palabra, disposición para escucharla y comunicarla sin mezquindad ni medias tintas. A quien tiene este amor por Dios, Él responde ofreciendo más amor; a quien carece de este tesoro se le termina de quitar lo poco que pudiera tener.

¿Asumo con corazón abierto y radicalidad lo que Dios me comunica en su Palabra?