La Palabra de hoy: Locura
Viernes de la XVIII semana del tiempo ordinario
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad.»
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
La llamada de Cristo es paradójica: El que quiera seguirlo debe negarse; el que quiera la vida, ofrecerla. ¿Pero acaso no ha venido Él para darnos la vida en plenitud? Sí, y por eso mismo debemos estar dispuestos a perder lo caduco de esta existencia para alcanzar la que nunca pasa. Nuestro antipático ego está llamado a ofrecerse en la hoguera del amor redentor. Esto comporta ir en contra de la corriente de los que se buscan a sí mismos. Es lo que san Pablo llamó “la locura de la Cruz”. El que la asume encuentra la vida, el que se niega a sí mismo, se encuentra.
¿Cómo llevaré mi cruz de este día?