La Palabra del domingo: Novedad
Domingo V de Pascua
Nuevo su Mandamiento: Nuevo porque los dones de Dios nunca son repetitivos: implican siempre una novedad y una sorpresa. Nuevo porque supera toda esperanza de los hombres ante Dios: ¡Nos invita a los hombres a ser como Dios! Nuevo porque implica perdonar tantas veces lo pasado, lanzarnos siempre a la conquista de una nueva calidad espiritual. Nuevo porque desborda la mera capacidad humana y nos hace pedir la ayuda del cielo para poder vivirlo.
¿Experimento que Dios me llama a una calidad de amor siempre nuevo?
El que no vive la novedad desconoce a Dios. Él es quien «hace nuevas todas las cosas» (Apoc 21, 5). ¡Ay de nosotros cuando ns conformamos con vivir una religión a medias, basada en repetir ritos y costumbres vacíos de significado, cuando nuestra libertad deja de ser la respuesta audaz y generosa a las invitaciones de Dios! Hoy la novedad de Dios se manifiesta en que su Mandamiento va más allá de la respuesta singular de una sola persona y se dirige a muchos: a la iglesia entera, a la comunidad que late con el solo corazón de la reciprocidad.
¿Vivo el Mandamiento de Dios como Iglesia, como pueblo del amor recíproco?
Permanece en el amor quien no claudica ante las seducciones del facilismo y el conformarse con la mentalidad acomodaticia e injusta. Lo más fácil es ceder ante la tentación, pactar con la mediocridad, el pecado y la violencia. En cambio, el que persevera en la amistad con Dios es como una nave que ha lanzado su ancla a tierra. Podrán venir fuertes vientos y mareas, pero ella no sucumbirá ni se dejará llevar por cualquier fuerza.
Muchas gracias padre Cristian, gracias por existir. Siempre habrán personas en el mundo con deseos de hacer el bien y eso sólo por Dios. Dios le pague.
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