La Palabra de hoy: Más allá

La Palabra de hoy: Más allá

2 de noviembre: Conmemoración de todos los fieles difuntos

 

† Lectura del Santo Evangelio

según San Marcos

(15, 33-39; 16, 1-6)

Gloria a ti, Señor.

Al llegar el mediodía, toda aquella tierra se quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde. Y a las tres, Jesús gritó con voz potente:

“Eloí, Eloí,¿lemá sabactaní?” (que significa:Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?). Algunos de los presentes, al oírlo, decían:

“Miren, esta llamando a Elías”.

Uno corrió a empapar una esponja de vinagre la sujetó a un carrizo y se la acercó para que bebiera, diciendo: “Vamos a ver si viene Elías a bajarlo”. Pero Jesús dando un fuerte grito, expiró.

Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de arriba a abajo. El oficial romano que estaba frente a Jesús, al ver cómo había expirado, dijo:

“De veras este hombre era Hijo de Dios”.

Transcurrido el sábado, María Magdalena, María (la madre de Santiago) y Salomé, compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al sepulcro. Por el camino se decían unas a otras: “¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?” Al llegar, vieron que la piedra ya estaba quitada, a pesar de ser muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una túnica blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo.

Pero él les dijo:

“No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. No está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían puesto”.

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Comentario:

¡Cuánto nos cuesta asimilar las grandezas que Dios es capaz de obrar! Esto porque nos quedamos demasiado cortos de miras, juzgando sus manifestaciones desde la lógica de nuestro horizonte terreno. Así los que no ven más que el dolor y la pérdida en la muerte, que no logran concebir la resurrección y se quedan atrapados en el laberinto de su propio desconsuelo. El que lo ha creado todo de la nada, ¿acaso no será capaz de dar vida plena a los que mueren en Su presencia? Hoy aparece ante nosotros la buena noticia de que tras el dolor y la muerte nos espera la manifestación de la Vida en plenitud que Jesús ha ganado para nosotros. Nos hace falta más fe, más trato con el Señor de la Vida, asumir radicalmente su Palabra

¿Cómo puedo crecer en una visión esperanzada de la Vida más allá de la muerte?

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