La Palabra del domingo: Signos
Domingo 23 del tiempo ordinario
† Lectura del santo Evangelio
según san Marcos (7, 31-37)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. El lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo:
“¡Effetá!” (que quiere decir “¡Abrete!”). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.
El les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: “¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Jesús no necesita otra respuesta para quien quiere conocerle que sus mismos signos. Ellos son la respuesta a la humanidad que busca a Dios. También hoy, cuando nos preguntamos por Él, el Espíritu nos impulsa a reconocerle presente a través de los signos que genera en nuestra vida. Date cuenta: hay mucho más de Dios en ti de lo que has podido notar.
Esta semana trataré de reconocer las manifestaciones de Dios en mi vida y daré testimonio de ello ante los demás.