La Palabra de hoy: Vencer los prejuicios
Miércoles de la IV semana del tiempo ordinario
† Lectura del santo Evangelio
según san Marcos (6, 1-6)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro: “¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿Qué no es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas?” Y estaban desconcertados.
Pero Jesús les dijo:
“Todos honran a un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa”. Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos.
Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego se fue a enseñar en los
pueblos vecinos.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
No pudo hacer allí muchos milagros porque había demasiados prejuicios sobre él. Cuando limitamos nuestra valoración de los demás, nos negamos a reconocer el misterio divino que habita en cada uno. Cuando creemos «saber» cómo debe actuar Dios, limitamos su intervención en nuestra vida. La libertad de espíritu implica superar los prejuicios: esas ideas estériles que nos atan a una vieja condición.
¿Qué criterios debo superar hoy para contemplar libremente la manera de actuar de Dios en mi vida?