La Palabra de hoy: Saber perder
Viernes 11 de noviembre de 2011
† Lectura del santo Evangelio
según san Lucas (17, 26-37)
Gloria a ti, Señor.
En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: “Lo que sucedió en el tiempo de Noé también sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían y bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entróen el arca; entonces vino el diluvio y
los hizo perecer a todos.
Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lomismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, laperderá; y quien la pierda, la conservará.
Yo les digo: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y el otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada”.
Entonces, los discípulos le dijeron: “¿Dónde sucederá eso, Señor?”
Y él les respondió:
“Donde hay un cadáver, se juntan los buitres”.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Nos afanamos por saber lo que vendrá, nos cuesta esperar lo que nos espera. Enterarnos antes del destino nos genera la impresión de ya poseerlo, y con eso nos sentimos «seguros». Sin embargo, la lógica del Evangelio es diversa: se gana perdiendo y se consigue perdiéndose a sí mismo. La invitación de Jesús es clara: La mejor manera para asegurarnos en la vida es saber ofrecerla. Nuestro destino final vendrá, y con él el Señor. La respuesta la tenemos que dar ahora mismo.
¿Acostumbro a perder mi propia vida en la voluntad de Dios o permanezco aferrado a mi egoísmo?